Siempre se ha dicho que los gemelos hay un vinculo algo especial, cuando a uno le sucede algo el otro lo puede sentir. Esto sucederá a las gemelas de este cuento de terror.

Eran dos hermanas gemelas que siempre se llevaban bien, nunca se peleaban, lo competían todo y tenían las mismas aficiones.

Un día llamaron a su madre del trabajo y no podía acompañarlas a cruzar una calle bastante transitada. La madre no se preocupo mucho, ya que siempre habían cruzado la calle sin ningún problema. Les aviso que mirasen bien antes de cruzar y que tuviesen mucho cuidado.

La madre se dio la vuelta para ir camino al trabajo cuando de repente a los pocos metros de caminar escucho un ruido escalofriante, como si un melón se aplastase.

Fue a mirar y eran sus hijas tiradas en el pavimento con las cabezas aplastadas y con los cerebros desparramados. A lo lejos una furgoneta huía a toda velocidad, probablemente era el culpable del atropello. El conductor sintió los cuerpos de las gemelas bajo las ruedas y no las auxilio.

Nadie apunto la matricula de la furgoneta, quedaron impactados por el atropello que ni se fijaron.

La pobre madre no paraba de llorar, y gritaba desconsoladamente sobre sus hijas. Ella pensó que nunca podría superar la muerte de sus hijas de tan solo ocho años.

La madre era joven, tenia 25 años, no tenia mas remedio que convivir con la perdida y así hizo. Un tiempo después se volvió a quedar embarazada, y la casualidad quiso que quedase embarazada otra ves de gemelas. Este hecho la entristeció ya que esto le haría recordad a sus hijas fallecidas.

Las nuevas gemelas eran casi idénticas a las ya fallecidas, es mas, su madre se equivocaba de nombre al llamarlas. Esta vez se propuso no dejar nunca solas a sus gemelas y les prohibe cruzar la calle solas.

Un día sin embargo vio que mientras jugaban cerca de casa se estaban acercando demasiado a la calle y, aterrorizada, les gritó para que se detuvieran, a lo cual ellas respondieron al mismo tiempo:

“No pensábamos cruzar, ya nos atropellaron una vez aquí y no volverá a ocurrir.“