Sucedió en Panamá, en una provincia de este país llamada Chiriquí, mas específicamente en los Algarrobos; sitio reconocido en la región por su belleza natural.

La señora de piel canela y contextura robusta ha quien todos en el pueblo conocían como Roberta es quien desafortunadamente vivió los hechos en la primera fila, la peor fila del palco.
Transcurría la temporada de verano rebosante en brisa y sol, todos en el lugar se disponían a diario a visitar un Río muy conocido en la región llamado "Quebrada Lajas" y por supuesto la señora Roberta estaba entre las muchas mujeres que se reunían en el ya mentado río para realizar menesteres familiares como lavar ropa o buscar leña.
Cierto día en que la calor era comparable con una caldera y en que el Sol acompañaba como músico a su trompeta, Roberta se dispone a tomar toda la ropa de su marido para aprovechar el sol y lavársela en el caudaloso río.
Al llegar a este la señora no se sorprendió de que el Río estuviese a reventar en personas ya que la calor era insoportable y en días mucho mas frescos que ese la concurrencia se hacia evidente.
Roberta sacó su "batea", su "tabla" su jabón "Americano" y a todo pulmón empezó a tallar la ropa que su marido por su trabajo en la fabrica de Escobas ensuciaba como niño de primaria en pleno recreo.
Y así de Rápido como se le pasa el Domingo a un albañil, se le pasaron la horas a Berta, que distraída de tanto tallar y tallar ropa no se percato que en el Río solo quedaban ella y apenas otras dos personas mas.

Ya a las Cinco y media de la tarde cuando el sol comienza a bajar y los Arboles hacen sombra en las calmadas aguas, la temperatura comenzó a disminuir y fue esto lo que despertó en Berta una sensación de inquietud que luego fue apaciguada al ver que no era la única persona que se encontraba en el lugar. Al otro lado del Río se encontraban dos niños jugueteando vivamente y berta que luego de recoger la Ropa ya secada por el sol, toma sus "Herramientas" de lavado y comienza a cargar con todo aquello en dirección contraria por donde llegó, no sin antes percatarse de que los Niños del otro lado no estaban acompañados por ningún adulto, así que ella les grita: "¿Oye ustedes andan solos?" pero; los Niños hicieron caso omiso a sus palabras, Berta referenciada en el pueblo por su gentileza advierte a los Niños que ella esta por irse y que los puede acompañar hasta el pueblo.
De repente los Niños que a simple vista parecían tener una estatura normal se ponen de pie y revelan su extraña apariencia: "Su estatura era como de dos metros y estaban tan flacos que parecían ser de hueso y piel" comento berta meses después. pero esto no fue lo mas impresionante ya que berta, al bajar su mirada observo que esas extrañas figuras de mirada perdida y enormes ojeras bajo sus ojos, tenían "Los pies al Revez"; sus rodillas estaban invertidas. comenzaron a correr desde el otro lado del Río hasta la orilla contigua a la señora y esta impresionada al ver como se movían esos dos "Demonios" soltó todo lo que llevaba encima, se lanzó a correr con todas sus fuerzas y empezó (entre llantos y gritos de auxilio), a rezar todas las plegarias que una devota de 43 años conoce. Al llegar a el camino por donde se llega al Río Berta no contuvo las ganas de voltear atrás y cual fue su sorpresa al ver que los "Demonios" le pisaban los talones, en un momento comenzó a sentir: "Es como la respiración de un Toro lo que sentí en mi nuca" comento luego. Ya sus fuerzas se le acababan cuando llego por fin hasta un cruce de caminos y rendida se lanzo al polvoriento suelo haciendo forma de cruz con su cuerpo.

Se hicieron las siete de la noche y preocupados por el bienestar de la señora, algunas personas; vecinos mas que nada y entre ellos su Marido y su hijo decidieron ir a buscar a "doña Berta", mas no la encontraron en la quebrada. No fue sino hasta las dos de la madrugada que encontraron a "Doña Berta" en una planicie a un kilómetro del Río, bajo un árbol de higos y en posición fetal, toda bañada en saliva o baba de algún animal y tenía todo el cuerpo marcado por mordeduras, pequeñas mordeduras como de Niño. Pero afortunadamente estaba viva, traumatizada pero viva y no fue sino hasta meses después cuando recobró el habla que contó lo sucedido.

Este cuento ha sido enviado por locomurdock88. Agradecemos su aportación.