Pues específicamente esta historia es un hecho real que sin dejarme mentir le a ocurrido a muchos aldeanos que habitan en los andes...

Pues la historia comienza en un pequeño pueblo de América del sur es los andes, las casas están ubicadas a mucha distancia unas de las otras por el mismo motivo que hay tierras de cultivo y ganado.
No se cuenta con luz ni agua ... esta se consigue de los ríos que descienden de los andes y de luz se hace uso de pequeños velas o candelabros, por no decir de fogatas y leña.

Todo comenzó en una pequeña familia que constaba de un padre de 50 años una madre de 45 años y su pequeño hijo de 6 anitos.. Ellos se dedicaban a su ganado y de vez en cuando visitaban a sus vecinos que vivían muy lejos a sus casa.

Era una noche en la cual se encontraba sola la madre y su pequeño hijo, el padre se había ido a hacer una ronda junto con otros pobladores ya que se extraviaban sus ganados de manera inexplicable...

Pues la madre vió entre la noche a una anciana cargando un enorme bulto en la espalda y se compadeció e invitó a que pasara la noche en su casa en compañía se ella y su hijito... la madre le invitó una comida a base de carne y vegetales y la anciana comió la carne y lo demás lo boto afuera y la señora media extrañada vió que la anciana tenia una manta similar a la de su esposo y se extraño porque esta estaba envolviendo su bulto.

Pues llegada la hora de dormir .... se apagaron las velas y comenzaron a descansar...
Pasadas unas horas la señora despertó a causa de unos extraños ruidos que oía .... eran como unos resquebrajos de huesos y líquidos ... eran sonidos muy extraños... entonces ella muy rápidamente cogió la vela y encendió los fósforos y vio a su pequeño hijo con la barriga abierta y la piel desgarrada ¡¡LA ANCIANA SE ESTABA COMIENDO A SU HIJO¡¡ ella asustada corrió y en el camino tropezó con el bulto... al percatarse vio que era su esposo que se encontraba descuartizado.. y esta desesperada fue corriendo hacia donde se encontraron las vacas y estas desesperaron al ver a la anciana y una de estas vacas se dirigió hacia la aciana embistiendola y rompiéndole la pierna... esta decía ¡¡¡me comede oda hija tuyo¡¡¡ y desapareció entre la noche .. La señora desesperada corrió y corrió y otros aldeanos la auxiliaron y a unos momentos dio a luz a otro niño y la señora en su desaparición (pues se volvió loca) lo asfixio y se fue corriendo llevándolo en hombros entre los montes y desapareciendo no sabiéndose nada mas de ella....

Pues se dice que estos son demonios que habitan en las montañas y personifican a una anciana bien fea y arrugada y que tiene la costumbre de comerse a la gente en especial a las ovejas y pequeños niños...

Este cuento ha sido enviado por Luis Sihui. Agradecemos su aportación.