Para llegar a mi casa se debe pasar por un puente... desde que era niña escuchaba que sí pasabas ese puente a la media noche un espíritu te seguía hasta la puerta de tú casa... un alma en pena que usaba una gabardina y sombrero negro, de aspecto normal sí no mirabas sus pies que se encontraban flotando en el aire... Ya pasaron los años y hasta había olvidado la historia, fui a casa de unas amigas y cuando llegó la hora de regresar casi el reloj llegaba a la media noche, me acerque al puente, al azar la vista vi un hombre que estaba en el puente como mirando al suelo... mi corazón comenzó a latir con más fuerza al observar su sombrero y gabardina.
Mire que sus pies no tocaban el suelo, ya era tarde para dar la vuelta así que solo continúe caminando por inercia... por un momento cerré los ojos deseando que desapareciera aquella imagen fantasmal al abrir mi ojos ya no estaba, lo malo fue que al mirar a mi lado el flotaba junto a mi... corrí desesperadamente a mi casa y hasta el día que hoy no he vuelto a pasar a la media noche por ese puente ya que tengo miedo de volver a ver aquel hombre de mirada pérdida...

Este cuento ha sido enviado por JENNY ZU. Agradecemos su aportación.