Hace algunos años tenia en mi habitación un altar con varias imágenes que me había obsequiado mi novio (la Virgen de Coromoto,dr. Jose Gregorio Hernandez, la Virgen Rosa Mistica, la Virgen del Valle, entre otros, en el piso de ese altar tenia la imagen de Elewua o Santo Niño de Atocha con unos collares de santerías que pertenecían a mi novio.
Una noche decidí encenderles un velón y rezar, así lo hice, coloque el velón en el suelo y me dispuse a dormir. En mis sueños comencé a ver a una altísima y delgada mujer que caminaba lentamente por el largo pasillo de mi casa, la observe lenta y detalladamente de pies a cabeza mientras se acercaba a mi habitación más y más, sus pies no se veían ya que estaban cubiertos completamente por una especie de manta negra que la cubría, sus brazos también estaban ocultos en esta manta, al momento de llegar a su rostro observe que era un hueco negro, su cabello no se veía ya que la manta que la cubría tenia un capucha, esta mujer se acerco hasta mi puerta y puso su mano en la manilla y mientras le daba vueltas para abrirla vi sus dedos con terror ya que solo eran huesos pero no blancos parecían tener aun algunos restos de carne y sangre...cuando vi que comenzaba a abrir mi puerta me desperté de golpe en la cama con el corazón acelerado con una taticardia terrible y lo primero que vi en frente de mi fue la descomunal llamarada que se desprendía del velón que había encendido la noche anterior...
Desde ese día recogí todo lo que estaba en ese altar y lo deseche...Mas, nunca entendí porque la muerte se acercaba a mi...Es la pesadilla mas fea que he tenido en toda mi vida...Desde entonces solo confió en Dios y la única vela que enciendo es todos los lunes a las animas benditas del purgatorio debido a una promesa que les hice de alumbrarlas todos los lunes por tiempo indefinido...

Este cuento ha sido enviado por Gabriela Barreto. Agradecemos su aportación.