Se llamaba Lujan. Ella era una buena mujer y una gran madre. Era el 25 de Diciembre, estábamos en víspera de navidad y el único regalo que quería mi madre era ser liberada. Ella poseía 3 demonios, es por eso, que quería ser liberada...Ella quería un exorcismo.
Lujan era muy católica, y creía mucho en Dios pero las cosas que hacia(A causa de los demonios) demostraban lo contrario. Empezó a actuar raro una vez que habíamos ido de vacaciones a Uruguay. En el tour turístico visitamos varios lugares tenebrosos, pero aquel lugar, creo yo, que fue donde sucedió. Una casa, muy bonita pero antigua. Su antiguo dueño,de apellido Cabrera, había muerto a causa de sucesos extraños. Pero se encontraba las paredes rasgadas en lugares inalcanzables, todo estaba roto y entramos a una sala. Según la guia jamás nadie había entrado ahí más que nosotros. Ella no quiso entrar y nos dijo:
"Cuidado m´hijo, allí habita el diablo con sed humana."
Pero como pensamos que nada pasaría, mi madre y yo entramos. Luego de eso, ella cambio totalmente...
El día del exorcismo había llegado. Se encontraba el cura y sus ayudantes. Me habían preguntado varias cosas pero se centraron en la siguiente pregunta:
"¿Tu crees en Dios?"
Yo, realmente no sabia que decir, yo creía hasta que mi padre murió y luego le pase esto a mi madre. Me habían dicho que si no no pida presenciar el exorcismo de mi madre, es por eso que mentí diciendo que si....Grave error.
Al empezar, me pidieron que me mantenga alejada, la ataron y la sedaron. En fin, empezaron a recitar algunos versículos de la biblia. Allí mi madre desapareció...Solo estaban los 3 demonios. Pasaron unas horas y todo parecía marchar bien, el cura dijo que pensó que seria más difícil. Pero eso no había terminado...Cuando pensaban que ella estaba curada empezó a sangrar por todos lados y dijo "Muy bien mi niña. Tu no crees en Dios, ahora sufre" Se abalanzo sobre mi. Yo corrí asustada pero era imparable, el cura y sus ayudantes trataron de de pararla pero nadie pudo.
Fui muy egoísta aquella vez, salí corriendo y cerré la puerta con llave y corrí. Luego de unos días volví pero me di cuenta que ellos seguían allí y por eso llame a la policía. La policía fue, bajo y vio algo que los dejo petrificados...Todos estaban muertos, el cura tenia todos los huesos quebrados (algo que una mujer con el peso de mi madre jamas podría hacer), los ayudantes estaban mutados, cortados y no había nada cortante en la sala. Y por ultimo, mi madre... Estaba cortada, los brazos y las piernas por distintos lados y nadie podía creer que lo haya echo ella porque se hubiera muerto al cortarse el primer brazo.
Como la única persona que estaba allí era yo, me acusaron a mi y por la culpa que tenia por haber dejado morir al cura y a los ayudantes, lo considere mi culpa...Tengo condena perpetua y me siento muy bien pero cuando vamos a la misa, ay algo en mi que sale...Los guardias no saben ya que hacer conmigo. Yo creo que...Estoy poseída.

Este cuento ha sido enviado por Atima Imaoma. Agradecemos su aportación.