Hace varios años que escucho sobre este extraño ser llamado el Chupacabras, principalmente en la región Andina de Perú y Bolivia, resulta que por circunstancias del destino tuve que viajar a una zona alejada de la Provincia Pacajes de La Paz Bolivia, fuimos cinco amigos a trabajar en certificación gratuita, este era un proyecto de la Corte Nacional para otorgar certificados de nacimiento, matrimonio y defunción a las personas que vivían en lugares alejados.
Después de un largo viaje llegamos a un pequeño pueblito llamado Apuvillque Morocolllo, el lugar era desolado las viviendas de construcción rústica y muy alejadas unas de otras, tratamos de ubicar al oficial de registro civil y para nuestra mala suerte era la casa más alejada. Procedimos a instalar nuestros equipos y todo marchaba de maravilla, inicialmente nuestra estadía estaba programada para dos semanas, pero calculando nuestro trabajo podía hacerse en una semana. Esa noche dormimos bastante bien pero al día siguiente nos sorprendimos de ver gente reunida en la plaza, al preguntarles la razón de esta reunión nos dijeron que nuevamente el Chupacabras había atacado a sus animales. Lo que vimos nos impresiono bastante, había varios animales entre cabras, pollos, corderos y dos vacas mutiladas por completo y sin rastro alguno de sangre. Durante los demás días seguían ocurriendo estas extrañas muertes de animales. Y cuando terminamos nuestro trabajo decidimos usar el tiempo restante en observar a este extraño ser que causaba tantas muertes de animales. Construimos una trinchera para protegernos y durante dos noches vigilamos un rebaño de ovejas, estábamos cansados y desilucionados no vimos nada. Pero la tercera noche fue realmente de terror. Mas o menos a las 2 de la mañana vimos muy nerviosos a los animales, la luna nos proporcionaba una visión perfecta y pudimos observar un animal muy extraño que daba grandes saltos, tenia una alas como de murciélago pero pequeñas en relación a su cuerpo, aproximadamente media metro y medio sus piernas tenían garras como las de un águila sus brazos eran cortos pero tenían garras similares a sus piernas, pero lo más extraño era su cabeza alargada con una especie de pico y dientes muy afilados, una lengua tubular muy larga con la que succionaba la sangre de sus victimas. Vimos como mato un cordero mientras mordía su cuello y lo cercenaba su lengua impedía que salga sangre y su saliva coagulaba de inmediato el corte, el corte era tan simétrico que parecía cortar con una sierra muy fina y calibrada. La velocidad con que mataba y devoraba era tan increíble que en pocos minutos ya había matado como tres corderos. Lamentablemente cometimos un gran error que fue el de querer espantarlo salimos de nuestro escondite y gritamos, pero no se espanto al contrario se lanzo sobre nosotros solo se alejo cuando le dispararon los pobladores que salieron en nuestra ayuda. uno de nuestros amigos perdió el brazo y el resto teníamos heridas muy profundas producidas por las garras de este animal. Esta experiencia fue muy traumática para nosotros en especial para nuestro amigo que perdió el brazo, me entere por Internet que capturaron estos animales pero al ver las fotos me doy cuenta que existen varias razas parecidas porque el que vimos era diferente. En estos lugares lo asimilan como un demonio y le temen mucho.

Este cuento ha sido enviado por Roger Arce, agradecemos su aportación.