Esto pasó en un pueblo llamado Balomé. En un instituto, había una chica llamada Verónica que estaba marginada. La marginaban no porque fuera gorda, ni fea, ni rarita ni tampoco era gótica, simplemente la ignoraban. Ella era muy alegre, siempre intentaba hacer amistad, pero por más que hacía, lo único que recibía eran golpes de sus compañeras. La insultaban y le decían "prostituta" "niña sin amigas" y cosas peores que no es bonito de decir ... Verónica siempre que llegaba a su casa se ponía a llorar y lo pasaba muy mal. Un día de frío invierno, en el patio del instituto había una cabina de baño que estaba averiada y decían que si cerrabas esa puerta nunca podrías salir. Las chicas de la clase después de una pelea con la pobre Verónica, la metieron en la cabina,la desnudaron, metieron la ropa por el váter, la pusieron cinta aislante en la boca y la ataron al váter. Entre carcajadas se fueron del baño y la dejaron sola. Su mamá al ver que era tarde y no llegaba llamó a una de las compañeras de Verónica que la había encerrado en el baño. Esta dijo que Verónica se iba a quedar en su casa ese fin de semana y que volvería en lunes después del instituto. Verónica a las 5:30 del Lunes murió de hipotermia. Nadie encontró el cadáver hasta que la madre llamó a la policía.

Después de un año, misteriosamente, murieron todas las compañeras que encerraron a Verónica en la cabina de hipotermia el mismo día que Verónica. En el baño del instituto, en la misma cabina donde murió Verónica, siempre se abre y se cierra la puerta y se escuchan lloros de tristeza. Dicen que en el aniversario de la muerte de Verónica si miras el espejo del baño del instituto durante media hora Verónica se te aparece en el espejo llorando y cambia su alma por la tuya.

Este cuento ha sido enviado por Esther, agradecemos su aportación.