Estoy aturdido por lo que les voy a contar... mi nombre es Potter rodríguez y ayer me compré una cabaña lejos de la ciudad de Lima. Tengo 3 hijos y mi esposa falleció hoy. Era las 10 pm cuando yo y Emily y nuestros hijos cenábamos. Cuando de pronto sonó la puerta (toc toc) me preguntaba quién era estas horas y me levanté con temor a abrir la puerta, pero no había nadie yo asombrado empecé a sentir un fuerte escalofrío dentro de mi, decidí mentir a mi familia diciéndoles que solo fue el viento.

Terminamos de cenar y era hora de dormir, mande a mis hijos a sus habitaciones. Mi hijos son el mayor de 12 años Robert, la segunda Margaret de 10 años y el ultimo Tom 5 años. Eran las 12 am la noche era clara y la luna resplandeciente se convirtió en un escenario de terror la lluvia inundaba el pasadizo y los vientos soplaban con ira y los rayos estruendos caían como misiles de la segunda guerra mundial. Asustada Margaret me pidió que nos fuéramos de aquel tormento, Robert y Tom abrazaban a Emily con fuerza. Para mi era imposible sacarlos de aquel tormento que jamás había visto, la cabaña empezaba a temblar y era horroroso y les dije que esperen hasta mañana.

Así que decidí que los niños duerman conmigo aunque el tormento nunca pasó y no pudimos dormir. Eran las 1 am cuando empezaron a tocar la puerta de nuevo, fue un gran susto para mi y mis hijos así que decidí ir por mi escopeta y abrir la puerta, los niños estaban con Emily agarrados fuerte de sus brazos. Así que decidí bajar con valor para enfrentar aquel que estaba perturbando la noche, la puerta cada vez sonaba más fuerte abrí la puerta y no había nadie, observé el lugar y bajé la cabeza cuando vi unos chorros de sangre, cerré la puerta con todo los candados posibles corrí hacia mi familia a protegerlos, les conté lo sucedido y les dije que debemos estar juntos pase lo que pase.

Eran las 2.30 am cuando la puerta empezó a tocar de nuevo pero esta vez con mucha más fuerza, las ventanas empezaron a vibrar por la fuerza que golpeaba la puerta, me acerque a la ventana para ver quien estaba golpeando la puerta para mi asombro vi aun hombre con una bata negra de cuero no logré verle el rostro pero fue espeluznante cuando vi sus dos patas una tenía una bota negra y la otra pata era de una cabra, en mi entró el terror...en ese momento pensé que moriríamos aquí.

Aquella bestia tocaba más fuerte y las ventanas rompía y la puerta ya no resistía con tanta fuerza. Llevé a mi familia al tercer piso. Eran las 3 am cuando la puerta dejó de sonar y las ventanas de vibrar, pero de pronto mi hijo Tom empezó a convulsionar, sus ojos amarrillos daban terror. Emily fue a abrazarlo y Tom con una mano empujó a Emily dejándola inconsciente por un minuto. Robert y Margaret aterrorizados se agarraron fuertes sobre mi pierna. Tom ya no era Tom cuando entendí que aquella bestia que tocaba se había apoderado de mi hijo.

Tom se levanto y empezó a hablar unos idiomas extraños con una voz desgarradora, gruesa y infernal Dijo : No debieron comprar esta cabaña, acaso no averiguaron antes. Esto era un templo satánico donde adoraban a Lucifer y unos hombres de la ciudad la destruyeron matando a muchos fieles de Lucifer enterrándolos bajo esta cabaña. Y construyeron esta cabaña para Tapar este delito”. Me lo dijo con mucha amargura, le pregunte quien era y me respondió con una vos mucho mas gruesa : Yo soy………………“LUCIFER”.

Con mucho miedo le dije que quería de nosotros y el me contestó que quería a “Tom”. Esas palabras me traspasaron el corazón rogando que no se lo llevara y que se lleve mi alma envés de mi hijo. Emily gritó y abrazó a Tom con toda su fuerza como una leona a su cría, lo cual Lucifer no resistió al amor profundo que fluía hacia el cuerpo de Tom. Lucifer decidió meterse al cuerpo de Emily, ella ya poseída se levantó y corrió hacia la ventana y se tiró del tercer piso cayendo a las rejas del cespe partiéndola en dos partes.

Fue horrible la trágica muerte de mi querida Emily, mis dos hijos están traumatizados y locos por lo que vieron aquella terrible noche y mi Tom esta luchando por su vida en el hospital.

Este cuento ha sido enviado por Kewin raay condori quilla, agradecemos su aportación.