Una noche cualquiera de un sábado empecé a ver televisión, mientras que mi madre estaba conversando con los padres de una amiga sobre un tema del colegio. Yo apagué la tele porque empecé a sentir sueño, sin embargo sentía la sensación de que alguien me acompaña, la verdad no se me hizo extraño ya que mi padre murió, por lo que pensé inmediatamente en él.

Pero casualmente sentí que aparte de que me acompañaban me miraban fijamente y eso me daba muchos escalofríos. Fui en busca de mi mamá por el miedo que sentía, pero cuando bajé al primer nivel ya no estaban.

Oí rasguñes en toda la casa, subí al segundo piso y todo estaba normal... pero seguía oyendo ese ruido. Entonces me encerré en el baño tapándome con una manta, seguido de eso se abrió la puerta y  entró una figura oscura parecía de mujer y escribió en el  espejo "Tienes suerte de que no estés aquí, pero tu hijo lo va a pagar".

 Este cuento ha sido enviado por William, agradecemos su aportación.