Cuando era chica, una de las cosas que más me gustaba era ir al campo con mis abuelos y carnear (matar animales de granja), en las carneadas, me divertía viendo como degollaban a los animales. Era muy tétrica.
La cosa es, que en una de las carneadas me ocurrió algo muy extraño y que nunca conseguí olvidar.
Nos levantamos a las 5:30am para preparar las cosas. Ya terminada la preparación, empezamos íbamos a matar una vaca. Nuestro trabajo era muy pesado. Ya terminada la faena, (como a las 8pm) empezamos a comer.
Fue en ese momento que conocí a Roque. Era el nieto de los dueños del campo. Iba a ser mi compañero de habitación, había venido de la ciudad.
¡Claro, ya había terminado lo bueno y ahora venia lo más fácil!
Esa noche, Roque me contó una historia, estábamos los dos solos y yo lo escuchaba maravillada:
Esa historia trataba de un demonio del campo, llamado Ampre Tei Semberi, los lugareños le decían Sembri.
Como sea, el demonio mataba a todo aquel que osaba a salir al campo en noche de luna llena.
Yo no creía que fuera verdad, por eso le dije:
-¿Que hora es?
-Son las 12
-Entonces, te propongo algo: vamos a salir en medio del campo. Ya.
Yo sabia que era luna llena. Por eso, se lo dije. Quería saber que tan valiente era.
-Bueno, entonces vamos
Cuando salimos de la casa, el ensillo su caballo y me dijo:
-Subite.
-Aja, ¿y vos?
-Voy con vos, en este caballo.
Debo admitir que me gusto esa idea y me puso nerviosa, pero me subí y me acomode después se subió el atrás mio, tomo las riendas nos dirigimos al campo.
Estuvimos mucho rato para buscar a Sembri. Cuando nos estábamos por ir, algo nos agarro por los hombros y nos tiró del caballo.
Asustados, nos levantamos del suelo. Intentamos correr, pero esa cosa nos tenia... Roque dijo algo que no supe comprender y me cogió y salimos corriendo.
Estábamos apunto de llegar, pero nos paralizamos con lo que vimos.
Lo que veíamos no lo pude olvidar jamas. Eran los animales que habíamos matado. Sin piel, sin sangre, solo carne seca y al aire, querían atacarnos.
Me di cuenta de algo y le pregunte a Roque:
-Sembri ¿reviven a los animales?
-Si,¡te dije que no lo hagamos!
-Me dijiste que si
-Pero lo dije de broma
-Sos un idiota
-¿Que te pasa? No lo digas, tenemos que salir de esta. Juntos.
-¿Y como hacemos?
-¡¡Corre!!!
-¡¡¡Oh,mierda!!!
Cuando salimos corriendo, lo hicimos en direcciones opuestas, nos perdimos y yo no sabia que hacer. solo corría y corría.
Me escondí en el galpón y rece para que todo fuera un sueño. Pero no lo era. No sabia que hora era, ni donde estaba mi compañero, pronto, sentí que me agarraban de la cintura. Fue horrible, pensaba que me moría, que no me dejaba respirar. Cuando me di cuenta, esa cosa me quería coger por el cuello, lo único que recuerdo eran sus afilados dientes ensangrentados.
De alguna forma, yo me libre de eso y corrí afuera del galpón y busque a mi compañero.
Lo encontré desmayado en la puerta de la casa. Yo también debí desmayarme porque lo único que recuerdo es que estaba en la cama y Roque en la suya.

Este cuento ha sido enviado por Luchi Vazquez, agradecemos su aportación.