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Publicado el jueves, 4 de abril de 2013
Tengo tan solo 10 años.
Mis padres y yo vivimos en el campo, muy alejados de la ciudad y de otras personas.
Anoche mis padres reciben la noticia que un familiar que vive en la ciudad falleció y deciden ir a su funeral, yo me quedaría solo todo un día; estaba feliz porque iba a poder hacer lo que quería.
Ellos se habían ido y yo había empezado a leer algunos libros que tenía mi madre en un estante de la casa, se me habían pasado rápidamente las horas hasta que una fuerte lluvia había comenzado.
Imagínese usted a mi edad, solo en casa en medio de una posible tormenta. Ya eran casi las 10 de la noche y fui a la cocina a comer lo que mi madre había preparado para mí.
Estaba aburrido, mis ojos estaban cansados de leer y en mi casa no había mucho para hacer.
Resulta que dando vueltas por la casa, me quede intrigado frente a la puerta del sótano, nunca antes había estado en el sótano, mi padre siempre bajaba y no me dejaba ir con él. Quise entrar pero la puerta estaba cerrada con llave. Luego de buscar bajo alfombras, en estantes y cajitas, me encontré con la llave del sótano y la abrí.
El lugar estaba muy oscuro así que baje con una especie de lámpara que tenemos, recuerdo que estaba muy sucio, desordenado; había libros y papeles desperdigados por el suelo. No encontré nada interesante hasta que observé una vieja radio, llena de polvo y con algunos golpes evidentes.
La tome, la limpie con un trapo que tenía cerca y decidí encenderla. Aumenté ligeramente el volumen y se pudo escuchar como un soplido, como si alguien soplara del otro lado de la radio. Posterior a dicho suceso, la llama de mi lámpara se apagó y algún objeto que no pude ver en la oscuridad se cayó causando un ruido terrible. Tan grande era mi miedo que subí las escaleras lo más rápido que pude y cerré la puerta del sótano.
(Yo había visto esa radio hace mucho tiempo; mi abuelo la había adquirido para divertirse un rato mientras trabajaba en el campo. Apenas pude apreciarla, ya que mi abuelo murió al poco tiempo y jamás la pude volver a ver. Mi abuelo decía que esa radio la había encontrado tirada dentro de un pozo en el campo y había decidido conservarla.)
Pasé algunos minutos tratando de deducir cómo funcionaba aquella extraña radio, hasta que se escucho un golpe en la puerta: “TOC, TOC, TOC, TOC, TOC,” alguien tocaba la puerta sin detenerse, yo completamente asustado me acerqué a las escaleras y desde allí observé la puerta de entrada sin emitir sonido alguno.
Pasaron dos o tres minutos, hasta que el golpeteo se terminó y se escuchó el ruido de un vidrio roto en la sala. No me había percatado de que podría ser, hasta que me di cuenta que alguien había entrado por la ventana. Se podía observar una oscura silueta avanzar por el pasillo. Cuando creí que la persona se volvería finalmente visible, en mi radio se escuchó nuevamente un soplido y todas las luces y velas del primer piso se apagaron instantáneamente.
Muerto del miedo corrí a mi habitación e intenté apagar la radio, pero la rueda del volumen se había atorado.
Me escondí bajo la cama y pude escuchar unos suaves pasos golpear los escalones. CLOCK, CLOCK, clock. El movimiento se detuvo y un nuevo soplido hizo que la tormenta trajera consigo lo que parecía un ciclón, las puertas y ventanas comenzaron a golpear como locas. Recuerdo… recuerdo que mi corazón comenzó a latir muy, muy rápido.
Pasé unos minutos allí… El viento se había calmado y ningún sonido provenía desde el pasillo.
Salí de mi cama y entonces por la radio se escucho un último ruido, esta vez no era un soplido, sino algo más parecido a una exhalación, sin embargo, la respiración no solo provenía de la radio, también pude escucharla detrás mío… Pude sentir como los pelos de mi cuello se erizaban, como mis músculos se entumecían y mi corazón parecía estar a punto de estallar. Sentí una mano, sobre mi hombro.
Recuerdo haber hecho un último intento y moví la rueda de sintonización de la radio. La tormenta se había terminado, las velas volvieron a estar prendidas y la radio finalmente se había callado… No había nadie detrás de mí.
…
Luego descendí hacia el sótano y es aquí que lo he encontrado.
Ya le he contado mi historia, pero, ahora cuénteme la suya... creí que usted había muerto… Abuelo…
Este cuento ha sido enviado por Matt, agradecemos su aportación.
Mis padres y yo vivimos en el campo, muy alejados de la ciudad y de otras personas.
Anoche mis padres reciben la noticia que un familiar que vive en la ciudad falleció y deciden ir a su funeral, yo me quedaría solo todo un día; estaba feliz porque iba a poder hacer lo que quería.
Ellos se habían ido y yo había empezado a leer algunos libros que tenía mi madre en un estante de la casa, se me habían pasado rápidamente las horas hasta que una fuerte lluvia había comenzado.
Imagínese usted a mi edad, solo en casa en medio de una posible tormenta. Ya eran casi las 10 de la noche y fui a la cocina a comer lo que mi madre había preparado para mí.
Estaba aburrido, mis ojos estaban cansados de leer y en mi casa no había mucho para hacer.
Resulta que dando vueltas por la casa, me quede intrigado frente a la puerta del sótano, nunca antes había estado en el sótano, mi padre siempre bajaba y no me dejaba ir con él. Quise entrar pero la puerta estaba cerrada con llave. Luego de buscar bajo alfombras, en estantes y cajitas, me encontré con la llave del sótano y la abrí.
El lugar estaba muy oscuro así que baje con una especie de lámpara que tenemos, recuerdo que estaba muy sucio, desordenado; había libros y papeles desperdigados por el suelo. No encontré nada interesante hasta que observé una vieja radio, llena de polvo y con algunos golpes evidentes.
La tome, la limpie con un trapo que tenía cerca y decidí encenderla. Aumenté ligeramente el volumen y se pudo escuchar como un soplido, como si alguien soplara del otro lado de la radio. Posterior a dicho suceso, la llama de mi lámpara se apagó y algún objeto que no pude ver en la oscuridad se cayó causando un ruido terrible. Tan grande era mi miedo que subí las escaleras lo más rápido que pude y cerré la puerta del sótano.
(Yo había visto esa radio hace mucho tiempo; mi abuelo la había adquirido para divertirse un rato mientras trabajaba en el campo. Apenas pude apreciarla, ya que mi abuelo murió al poco tiempo y jamás la pude volver a ver. Mi abuelo decía que esa radio la había encontrado tirada dentro de un pozo en el campo y había decidido conservarla.)
Pasé algunos minutos tratando de deducir cómo funcionaba aquella extraña radio, hasta que se escucho un golpe en la puerta: “TOC, TOC, TOC, TOC, TOC,” alguien tocaba la puerta sin detenerse, yo completamente asustado me acerqué a las escaleras y desde allí observé la puerta de entrada sin emitir sonido alguno.
Pasaron dos o tres minutos, hasta que el golpeteo se terminó y se escuchó el ruido de un vidrio roto en la sala. No me había percatado de que podría ser, hasta que me di cuenta que alguien había entrado por la ventana. Se podía observar una oscura silueta avanzar por el pasillo. Cuando creí que la persona se volvería finalmente visible, en mi radio se escuchó nuevamente un soplido y todas las luces y velas del primer piso se apagaron instantáneamente.
Muerto del miedo corrí a mi habitación e intenté apagar la radio, pero la rueda del volumen se había atorado.
Me escondí bajo la cama y pude escuchar unos suaves pasos golpear los escalones. CLOCK, CLOCK, clock. El movimiento se detuvo y un nuevo soplido hizo que la tormenta trajera consigo lo que parecía un ciclón, las puertas y ventanas comenzaron a golpear como locas. Recuerdo… recuerdo que mi corazón comenzó a latir muy, muy rápido.
Pasé unos minutos allí… El viento se había calmado y ningún sonido provenía desde el pasillo.
Salí de mi cama y entonces por la radio se escucho un último ruido, esta vez no era un soplido, sino algo más parecido a una exhalación, sin embargo, la respiración no solo provenía de la radio, también pude escucharla detrás mío… Pude sentir como los pelos de mi cuello se erizaban, como mis músculos se entumecían y mi corazón parecía estar a punto de estallar. Sentí una mano, sobre mi hombro.
Recuerdo haber hecho un último intento y moví la rueda de sintonización de la radio. La tormenta se había terminado, las velas volvieron a estar prendidas y la radio finalmente se había callado… No había nadie detrás de mí.
…
Luego descendí hacia el sótano y es aquí que lo he encontrado.
Ya le he contado mi historia, pero, ahora cuénteme la suya... creí que usted había muerto… Abuelo…
Categoria: Cuentos de terror
9 Comentarios de “RELATOS DE TERROR | Cuentos, historias, pesadillas y miedo”
bueno con sorpresa y suspenso
bakan el final da terrible miedo!
final bueno
Buen cuento , falta ordenar un poco,pero bueno !!!!
buena historia
Atrapante!!!
intrascendente
maso!! no me llegó!!
Soy una cuenterita. Acabo de empezar ya hace dos años, pero sé lo suficiente para dar mis felicitaciones al que haya escrito esta historia. Me parecío excelente. Sé que tendrás éxito si sigues haciendo cuentos de terror. Sigue así. Tal vez a no todos le llegó, pero eso te ayudará a superarte.